Cuando hablamos de bicicletas familiares, pensamos ante todo en momentos compartidos. Ese sábado soleado en el parque, la escapada exprés al mercado ecológico o el paseo vespertino junto al mar se convierten en recuerdos imborrables cuando toda la familia se mueve al mismo ritmo.
Las bicicletas eléctricas plegables Flebi dan un paso más: hacen que cada trayecto sea sencillo, sostenible y… posible, incluso con peques que todavía no pedalean por sí mismos.
¿Por qué elegir una e-bike plegable como bicicleta familiar?
- Ahorro de tiempo real. Montar, plegar y guardar una Flebi lleva segundos. Eso significa menos “esperad que saco las bicis” y más “¡vamos ya!”.
- Movilidad puerta a puerta. Olvídate de buscar aparcamiento: llegas, pliegas, entras en el ascensor o en el vestíbulo del camping. Fin del problema.
- Sostenibilidad sin renunciar a la comodidad. Motores de bajo consumo, baterías extraíbles y autonomías que llegan a los 90 km (según modelo) permiten sustituir muchos desplazamientos en coche.
- Peso reducido y manejo sencillo. Con chasis de aluminio o carbono y geometrías compactas, las Flebi se cargan al maletero o a la autocaravana sin sudar la gota gorda.
Seguridad ante todo: los niños no montan, van contigo
Flebi está pensada para adultos. La normativa europea de seguridad infantil en bicicletas eléctricas es clara: los menores de cierta edad y peso no deben manejar este tipo de vehículo. Pero eso no significa que se queden en casa.
Las Flebi permiten instalar sillitas de bebé homologadas, como las Bobike. Con el adaptador adecuado, el anclaje queda tan firme que el peque viaja seguro, sentado y protegido.
Consejo práctico: comprueba siempre el peso máximo admitido por la sillita. Ajusta arneses y reposapiés antes de cada salida y verifica que los reflectores y luces estén a la vista.
Planificar la ruta: pequeños grandes trucos
Elige vías verdes y carriles bici siempre que puedas: menos tráfico equivale a más tranquilidad. Divide el recorrido en tramos de veinte minutos; es el tiempo medio en que los niños mantienen la atención antes de pedir una nueva canción o un snack.
Lleva un segundo cargador o batería auxiliar si vais a pasar el día fuera. Y haz del casco un ritual familiar: si mamá y papá lo usan, ellos también.
La logística familiar, simplificada
Una preocupación frecuente es qué hacer con la bici al llegar al destino. Con Flebi el quebradero de cabeza se esfuma.
En casa, cabe detrás de una puerta o bajo la cama nido. En el coche, dos unidades plegadas ocupan menos que un carrito de bebé, dejando sitio para la compra. En transporte público, la mayoría de redes de Cercanías o metro permiten llevar bicis plegadas sin coste extra.
Y de vacaciones, la distancia “camping-playa-heladería” se cubre pedaleando; al volver, pliegas y guardas bajo la mesa de la autocaravana.
Beneficios emocionales: tiempo de calidad sobre dos ruedas
Los estudios señalan que las actividades al aire libre en familia refuerzan lazos, mejoran la comunicación y reducen el estrés.
Pedalear fomenta la conversación espontánea, introduce a los peques en hábitos saludables sin que lo perciban como ejercicio obligado, crea rutinas memorables (“los domingos buscamos el mejor parque con columpio”) y desconecta de pantallas, porque mientras pedaleas no hay notificaciones que valgan.
Mantener la Flebi a punto cuando hay niños de por medio
Los peques dan guerra. Para evitar sorpresas, revisa la presión de neumáticos cada dos salidas: con peso extra baja antes.
Limpia el cuadro con un paño húmedo; los productos abrasivos dañan la pintura. Chequea la tornillería del portabultos y de la sillita cada vez que instales o retires la silla: un minuto hoy ahorra disgustos mañana.
Ideas que multiplican la diversión
- Geocaching familiar. Convierte la ruta en una búsqueda del tesoro con pistas digitales.
- Pícnic sorpresa. Las bolsas compatibles, como la de Ohll, admite mantita, bocatas y fruta fresca.
- Reto solidario. Por cada kilómetro pedaleado, donad un euro a una causa elegida por los niños.
- Foto-ruta temática. Haced una lista de elementos “a cazar” con la cámara —un gato, una fuente, una flor amarilla— y compartid luego el álbum.
Las bicicletas familiares no son un concepto limitado a tándems o cargo-bikes de gran tamaño. Una Flebi plegable demuestra que la versatilidad, la sostenibilidad y la diversión caben en un cuadro compacto de menos de veinte kilos.
Mientras los niños crecen, tu e-bike los acompaña en su sillita; cuando den el estirón, seguirá lista para tus desplazamientos diarios.
En Flebi creemos que el tiempo es el tesoro más valioso. Por eso diseñamos bicicletas que te lo devuelven: menos atascos, menos esperas, más minutos de carcajadas familiares. ¿Preparados para desplegar, explorar y vivir la ciudad —o el mundo— sobre dos ruedas?

