Cuando hablamos de circular por la ciudad, todo el mundo menciona los candados, las luces o la ropa reflectante. Sin embargo, la cabeza —literalmente— suele quedarse fuera de la conversación.
Eso explica que, según un estudio de la DGT, sólo 4 de cada 10 ciclistas urbanos españoles usan casco en sus desplazamientos diarios. El dato contrasta con la realidad de la siniestralidad: según la DGT, en 2022 se registraron 8.106 accidentes con víctimas en los que intervino una bici y 81 ciclistas fallecidos, la cifra más alta de la última década.
Ante ese panorama, los cascos urbanos para bicicleta ya no son un “complemento opcional”, sino un aliado imprescindible. Y si además quieres que combine con tu estilo y no acabe ocupando medio escritorio en la oficina, el casco Closca x Flebi merece una mirada en profundidad.
¿Por qué sigue costando ponerse el casco?
- Volumen y comodidad. Los cascos tradicionales son aparatosos: no caben en la mochila y estorban fuera de la bici.
- Estética. Muchos urban riders perciben el casco como un accesorio deportivo que desentona con su ropa de calle.
- Mitos de seguridad. Persiste la falsa creencia de que en trayectos cortos o a baja velocidad no es tan necesario.
El resultado es claro: menos protección y más riesgo. Para revertirlo, la industria ha evolucionado hacia soluciones diseñadas —por fin— para la ciudad.
Cuatro claves que debe cumplir un buen casco urbano para bicicleta
- Portabilidad: debe contar con un sistema plegable o al menos con un volumen muy reducido para guardarlo en la mochila.
- Confort diario: peso ligero —por debajo de 350 g— y ventilación de 360 ° para evitar el “efecto sauna”.
- Seguridad real: certificación EN1078 y construcción en policarbonato + EPS que absorba los impactos.
- Diseño coherente: estética neutra que combine con tu outfit urbano y, si es posible, opciones de personalización.
Closca x Flebi: protección sin concesiones al diseño

El casco Closca x Flebi nace de la colaboración entre la firma valenciana de e-bikes plegables y la marca española que revolucionó el casco urbano con su patente de plegado. Estas son las razones por las que se ha convertido en el referente de los cascos urbanos para bicicleta con estilo:
1. Plegado instantáneo (−50 % de volumen)
Tres piezas de policarbonato y EPS unidas por cuatro bisagras permiten pasar de modo “uso” a “bolsillo” en menos de un segundo. El casco solo se pliega cuando no hay volumen interior, nunca durante un impacto, manteniendo exactamente la misma resistencia que uno tradicional.
2. Seguridad certificada
Cumple con las normas EN1078 para Europa y CPSC para Norteamérica. La espuma EPS absorbe la energía del golpe, mientras la carcasa rígida reparte las fuerzas sobre toda la superficie.
3. Ventilación invisible
Un mallado de ranuras ocultas genera un flujo de aire de 360 ° que deja salir el calor y evita el sudor sin sacrificar la línea minimalista del diseño.
4. Peso pluma
Con apenas 330 g, es más ligero que la mayoría de cascos deportivos, lo que reduce la fatiga cervical en trayectos largos o cuando lo llevas colgado de la mochila.
5. Ajuste “set & forget”
Un anillo elástico interior permite ajustarlo una sola vez; después basta con ponértelo y listo. Está disponible en talla M (56-59 cm) y L (60-63 cm) para adaptarse a la mayoría de perímetros.
6. Estética que combina con tu día a día
Inspirado en las curvas del Guggenheim de Nueva York, su silueta limpia y los acabados mate —negro, blanco o abyss— hacen que combine igual de bien con un blazer que con un chubasquero.
Beneficios reales para el ciclista urbano
- Menos excusas, más protección. Al caber en cualquier mochila, el casco va siempre contigo y no se queda en casa.
- Clima todo el año. La ventilación oculta evita el sobrecalentamiento en verano y permite llevar un gorro fino en invierno.
- Movilidad multimodal. Si combinas metro y bici, basta con plegarlo, entrar y volver a desplegar en la calle sin molestar a nadie.
- Imagen profesional cuidada. Su diseño galardonado (premio Red Dot) complementa tu outfit de oficina sin parecer un accesorio deportivo.
- Compatibilidad total con e-bikes. Dispone de certificación específica para bicicletas eléctricas, perfecta para la gama plegable de Flebi.
Cómo elegir tu talla y sacarle el máximo partido
- Con una cinta métrica, mide tu perímetro craneal dos centímetros por encima de las cejas.
- Elige la talla que corresponda: M (56-59 cm) o L (60-63 cm).
- Ajusta el anillo elástico interior la primera vez; después no tendrás que modificarlo en cada uso.
- Lava las almohadillas interiores a mano y deja que se sequen al aire.
- Sustituye el casco tras un impacto severo o cada cinco años de uso intensivo.
Los datos hablan por sí solos: la ciudad no es un parque de juegos y el riesgo de lesión grave sigue presente. Elegir cascos urbanos para bicicleta que integren protección certificada, comodidad y estética ya no es un lujo, sino el requisito mínimo para moverse con responsabilidad.
El Closca x Flebi demuestra que no tienes que renunciar a tu estilo —ni a espacio en tu mochila— para cuidar de lo que más importa. Así que la próxima vez que salgas a pedalear, pregúntate: ¿llevo la misma atención en mi cabeza que en mi bicicleta?
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