Elegir un medio de transporte urbano resulta cada día más complicado. El tráfico se hace eterno, los parkings disparan sus tarifas y el combustible no deja de subir. En medio de ese laberinto, la bicicleta eléctrica —o “bici con motor”, como la teclea la mayoría en Google— se perfila como la alternativa que lo cambia todo.
Pero ¿merece realmente la pena dar el salto? Responder a cinco preguntas clave te ayudará a decidir… y, de paso, a descubrir por qué las bicicletas de Flebi son la vía rápida hacia una movilidad más cómoda y sostenible.
1. ¿Cuánto cuesta realmente una bici con motor?
El desembolso inicial suele impresionar más que el de una bici tradicional, aunque en la práctica está en línea con el precio de un smartphone de gama alta o un portátil profesional. Cuando miras más allá de la etiqueta, la bici con motor empieza a destacar:
- Ahorro diario: no hay combustible que repostar ni parquímetros que alimentar, y el mantenimiento se limita a revisiones puntuales y limpieza de la transmisión.
- Programas de ayuda pública: muchos ayuntamientos españoles devuelven una parte importante de la inversión y, además, eximen del pago en zonas de bajas emisiones.
- Durabilidad de la batería: los conjuntos de litio actuales resisten cientos de ciclos completos antes de resentirse.
2. ¿Es difícil de usar o mantener?
Si nunca has probado una bici con motor, te sorprenderá lo intuitiva que resulta. Un sensor detecta tu pedaleo y añade la fuerza extra de forma progresiva; no hace falta dominar un acelerador ni aprender trucos de experto. Con Flebi, esa facilidad es todavía mayor:
- Asistencia suave y gradual: la entrega de potencia se adapta a tu cadencia para que la bicicleta acelere con naturalidad.
- Panel de control minimalista: basta un vistazo para cambiar de modo o comprobar la autonomía sin soltar el manillar.
- Plegado instantáneo: en apenas unos gestos la bici se vuelve un bulto compacto que sube contigo al tren o se guarda bajo la mesa de la oficina.
3. ¿Me ayuda de verdad a moverme mejor por la ciudad?

Un trayecto urbano corto que en coche se hace eterno entre semáforos y atascos, con una bici con motor se recorre en la mitad de tiempo. Aparcas prácticamente en la puerta, evitas el sudor gracias a la asistencia y transformas minutos muertos en aire fresco.
Además, la ligereza de los modelos de Flebi los hace ideales para subirlos por las escaleras del metro o guardarlos en casa sin esfuerzo. El plegado compacto permite que la bici “duerma” contigo y no en la calle, reduciendo el riesgo de robo y facilitando trayectos puerta a puerta todavía más rápidos.
4. ¿Sirve también para viajar o sólo para la rutina diaria?
Combinar tren + bici o coche + bici multiplica tus posibilidades. Las eléctricas convencionales suelen ser voluminosas y pesadas, pero una Flebi cabe sin problema en el maletero de tu coche, tu autocaravana, o en una taquilla lo suficientemente espaciosa.
- Plegado que se cuenta en segundos: ideal para transbordos rápidos.
- Autonomía más que suficiente: te permite enlazar varios recorridos urbanos o disfrutar de rutas de ocio sin preocuparte por el cargador.
- Batería extraíble: la cargas en la habitación del hotel o incluso bajo tu mesa de trabajo.
Si te gusta escaparte el fin de semana, recorrer el paseo marítimo o descubrir pueblos sin preocuparte por el parking, una bici con motor ligera y plegable es la compañera perfecta.
5. ¿Es tan sostenible y saludable como prometen?
Una bici eléctrica consume apenas una fracción de la energía que demanda un coche urbano. Incluso cargando con la red eléctrica actual, evitas una considerable cantidad de CO₂ kilómetro a kilómetro.
Además, el pedaleo asistido mantiene tu corazón en zona aeróbica suave: quemas calorías, alivias el estrés y fortaleces articulaciones… sin llegar sudado a la oficina.
Concluyendo, responder a estas cinco preguntas deja claro que sí, merece la pena una bici con motor hoy en día:
- La inversión se amortiza rápido gracias al ahorro diario y a las ayudas públicas.
- El uso y el mantenimiento son tan sencillos que cualquiera puede adaptarse en cuestión de minutos.
- En la ciudad ganas tiempo, evitas atascos y llegas fresco a tu destino.
- Fuera de ella disfrutas de una aliada ligera y fiable para escapadas y viajes.
- Contribuyes a un planeta más limpio mientras cuidas tu salud.
Flebi añade ventajas clave —plegado ultrarrápido, peso reducido, gran autonomía y un servicio posventa cercano— que potencian todos esos beneficios.
Si aún tienes dudas, prueba una: bastan unas cuantas pedaladas para descubrir por qué cada vez más gente sustituye el coche por su bici con motor Flebi. ¡Únete a la revolución plegable y sostenible!

