Uno de los mayores miedos de quienes usan una bicicleta eléctrica plegable es no ser vistos por los coches, motos o peatones que comparten la vía. Aunque estos vehículos son compactos, silenciosos y sostenibles, esa discreción que tanto gusta a los usuarios puede convertirse en un problema cuando falta iluminación.
Las luces para las bicicletas no son un accesorio decorativo: son un elemento de seguridad imprescindible que puede marcar la diferencia entre un trayecto tranquilo y un susto innecesario. En este artículo vamos a profundizar en por qué son tan importantes, qué tipos existen, cómo elegir las adecuadas y cómo resuelve Flebi este punto de dolor en sus modelos.
La visibilidad: el gran punto débil del ciclista urbano
La bicicleta eléctrica plegable está pensada para moverse con libertad en entornos urbanos. Permite sortear atascos, ahorrar tiempo en el transporte y disfrutar de trayectos más agradables. Sin embargo, la convivencia con coches, autobuses y peatones plantea un desafío: ser visible en todo momento.
Las estadísticas de seguridad vial muestran que muchos accidentes con bicicletas ocurren por falta de visibilidad. Basta con que una farola esté apagada, que llueva con poca intensidad o que caiga la tarde para que un ciclista pase desapercibido. Y en el caso de las bicicletas plegables, que son más compactas, esta falta de presencia en la vía es todavía más acusada.
Por eso, invertir en un buen sistema de luces para bicicleta no es una opción, es una necesidad.
Qué dice la normativa española sobre luces para bicicletas
En España, la normativa es clara. Según el Reglamento General de Vehículos:
- Luz blanca delantera cuando se circula de noche o en condiciones de baja visibilidad.
- Luz roja trasera obligatoria en las mismas circunstancias.
- Aunque no es obligatorio, se recomienda llevar un catadióptrico trasero no triangular (reflector) como elemento complementario.
Aunque estas son las exigencias mínimas, cada vez más ciclistas apuestan por reforzar su visibilidad con sistemas más completos: luces laterales, reflectantes en ruedas o chalecos luminosos. La diferencia está en no solo “cumplir con la norma”, sino asegurar que realmente te ven.
Tipos de luces para bicicletas

Hoy en día existen múltiples soluciones de iluminación, y no todas cumplen la misma función.
- Luces delanteras: se colocan en el manillar o integradas en el cuadro. Emiten luz blanca para iluminar tu camino y hacerte visible a quienes vienen de frente.
- Luces traseras: se fijan en la tija del sillín, el guardabarros o el paquete, y emiten luz roja. Su función principal es advertir de tu presencia a los vehículos que circulan detrás.
- Luces laterales: menos conocidas pero muy útiles, ayudan en cruces y rotondas, donde los ángulos muertos son más peligrosos. Pueden ser pequeños leds que se instalan en radios de las ruedas.
- Luces integradas en el cuadro: cada vez más frecuentes en bicicletas eléctricas urbanas. La gran ventaja es que son discretas, no ocupan espacio extra y están siempre disponibles, sin necesidad de montajes o cables externos.
- Luces portátiles o añadidas: perfectas para quienes quieren reforzar la visibilidad o personalizar la intensidad de su iluminación. Suelen ser recargables por USB, fáciles de montar y desmontar.
Cómo elegir luces para tu bicicleta eléctrica plegable
La oferta de luces es cada vez más amplia. Estos son los criterios clave a tener en cuenta:
- Potencia lumínica: medida en lúmenes. En ciudad bastan entre 50 y 200 lúmenes, pero si circulas por carreteras oscuras o carriles bici poco iluminados, necesitarás más potencia.
- Autonomía de la batería: las luces recargables por USB son las más prácticas. Asegúrate de que ofrecen al menos 4-5 horas de uso continuo.
- Modos de iluminación: intermitente, fijo, de intensidad variable… Los diferentes modos permiten ahorrar batería y adaptarse a la situación.
- Facilidad de instalación: las luces para montar en el paquete de Flebi se colocan y retiran fácilmente, algo muy útil si pliegas y transportas tu bicicleta con frecuencia.
- Compatibilidad con la bici plegable: asegúrate de que las luces no estorben al plegar o transportar tu bici. En los modelos Flebi, este aspecto ya está resuelto de fábrica.
Más allá de las luces: otros recursos para aumentar la visibilidad
Aunque las luces para bicicletas son lo más importante, puedes reforzar tu seguridad con accesorios complementarios:
- Chalecos o brazaletes reflectantes.
- Cascos con luz trasera integrada.
- Pegatinas reflectantes para ruedas y cuadro.
- Mochilas con franjas de alta visibilidad.
Cada extra suma, y en entornos urbanos la visibilidad es la mejor protección.
La diferencia entre ser visto y estar realmente seguro
Un ciclista que lleva sólo una luz trasera roja cumple con la normativa, pero no siempre está realmente protegido. Los estudios de seguridad recomiendan una combinación de luces delanteras, traseras y laterales, además de elementos reflectantes. Así se reduce de verdad el riesgo de accidente en cruces, giros o cambios de carril.
Cuando hablamos de bicicletas eléctricas plegables, que se usan para trayectos cortos pero frecuentes, esa seguridad se convierte en parte de la experiencia diaria. La tranquilidad de saber que los demás te ven te permite centrarte en lo que importa: disfrutar del trayecto.
La falta de visibilidad es el mayor punto de dolor para los usuarios de bicicletas urbanas y plegables. Las luces para las bicicletas no sólo cumplen con una obligación legal, sino que marcan la diferencia en la seguridad y la confianza de cada trayecto.
En Flebi lo tenemos claro: por eso, todas nuestras bicicletas incluyen luces. En algunos modelos están integradas en el cuadro y en otros se montan fácilmente, siempre listas para usarse.
Sea cual sea tu elección, lo importante es no pasar desapercibido en la ciudad. Porque la movilidad sostenible tiene sentido si también es segura.